viernes, 22 de mayo de 2015

¡El auténtico Grimaldi's!

El sitio del que os hablo hoy no es tan ''raro'', ni tan ''escondido'', y según se mire tampoco es tan ''único'', pero su historia es muy interesante, curiosa y sobre todo, actual.



Hoy vengo a hablaros de una historia que tiene apellidos italianos, rivalidades que duran años, demandas, y todo ello con el skyline de Manhattan de fondo.

¡No! no estoy hablándoos de Los Soprano o de los Corleone, sino de los Grimaldi y su pizzería en el 19 de Old Fulton Street, justo al lado del Puente de Brooklyn y en frente de Manhattan al otro lado del East River.

Pero la pizzería de la que os hablo no es la archiconocida Grimaldi's, que está a escasos metros, sino que os hablo de Juliana's. Pero tienen muchísimo que ver la una con la otra.

Resulta que Juliana's es una engañosa ''recién llegada''. Abrió en 2011, y ya se ha convertido en una de las mejores pizzas de Nueva York, pero detrás de todo esto hay una interesante y compleja historia.

Hablemos de su historia
(va a ser largo, pero es que la historia me resulta muy interesante XD si no os interesa podéis pasar al siguiente apartado)

Patsy Grimaldi decidió, junto con su mujer Carol, quien falleció el año pasado, cumplir su sueño de poseer una pizzería propia y lo hicieron en 1990 en el lugar que ahora está Juliana's.

Patsy's Pizza fue el primer nombre y desde que abrieron se convirtió en un restaurante con un ambiente familiar en el que Patsy y Carol eran como el papá y la mamá que se encargaban de que todo fuera bien.

Pronto se corrió la voz de las deliciosas pizzas cocinadas a la vieja usanza (¡en horno de carbón!) que Patsy había aprendido a hacer a los 13 años en el local de su tío en Harlem allá por los años 30.

Después fueron los famosos los asiduos y el lugar se convirtió en icónico. Luego empezaron los problemas.

En 1995, Patsy y Carol fueron denunciados por el nuevo dueño del local de su tío, quien había fallecido, y que tenía el mismo nombre, Patsy's Pizza. Tras mucho dinero perdido en tasas judiciales finalmente perdieron el juicio y tuvieron que cambiar el nombre por el de Grimaldi's.

Tres años después, en 1998, tanto Patsy como Carol estaban ya cansados tras muchos años de trabajo (él tenía 66 ya) y decidieron jubilarse, pero no cerrar el local.



Es entonces cuando entra en escena Frank Ciolli, quien aseguró que seguiría haciendo con el negocio lo mismo que el matrimonio había hecho hasta entones. Durante un largo año, Patsy enseñó a los cocineros cómo debían manipular la masa, la forma específica y correcta de hacerlo con los dedos y no con las manos; cómo utilizar el horno de carbón, cómo calentarlo; el maestro enseñaba a los alumnos. Un año en el que Ciolli y ellos hicieron buenas migas, cenando juntos los fines de semana y realizando actividades en común.

Todo genial, hasta que Ciolli efectuó el último pago a Patsy y la cosa cambió. La relación se tornó fría y sus paseos por el local empezaron a verse como un incordio. Todo estalló cuando una vez entró en la cocina y los pizzeros no hacían las cosas como él les había enseñado, entró en cólera, y finalmente se le pidió que no volviera por allí.

Patsy no ha vuelto a pisar Grimaldi's desde entonces.

y ¿Qué ocurrió con Grimaldi's? Pues lo que ocurrió fue que pasó de ser un lugar familiar y aclamado por toda la crítica y los aficionados a la pizza a convertirse en un lugar dedicado al turismo y a la expansión comercial que se despreocupó de los orígenes que le habían hecho llegar a ser lo que era.

Pero en la vida real las cosas a veces ocurren como en las películas y Ciolli, tras tener problemas con la familia que alquilaba el local, tuvo que abandonarlo (aunque se fue muy cerca, porque el nuevo local está a escasos quince metros).

Patsy y Carol vieron su oportunidad de hacer que las tornas cambiaran y hablaron con los dueños del edificio que les había alquilado a ellos con anterioridad y volvieron a abrir una pizzería en el mismo lugar que había estado la clásica Grimaldi's.

Finalmente, en 2011, y con la rivalidad personal entre los dueños de una y otra pizzería se abrió el nuevo local de los Grimaldi, pero no podía llamarse así, ni tampoco podía llamarse Patsy's Pizza, así que Patsy decidió ponerle el nombre de Juliana's en honor a su madre.

A día de hoy, la rivalidad es que ambos son el auténtico Grimaldi's y que ambos preparan la mejor pizza. La polémica está servida (¡y nunca mejor dicho!).

Y a todo esto... ¿qué tiene Juliana's que la hace tan especial?

Pues tiene muchas cosas a tener en cuenta. Por un lado, al menos de momento no es tan turístico como sí es Grimaldi's, quien aún mantiene la fama, por lo que se puede encontrar una mesa para comer sin muchos problemas, cuando en su vecino las colas suelen ser bastaaaaaaaaaaaaaante largas.



Pero al margen de esto (que es importante jaja) el ambiente es genial, acogedor y familiar. La decoración elegante. El servicio es muy atento, simpático y sencillamente perfecto. Los precios: acordes en cuanto a la relación calidad-precio. Y la comida... las pizzas son deliciosas. ¡Son las mejores que he probado hasta ahora!




Pero no todo lo bueno de Juliana's está en su interior, su ubicación es genial. Nada más salir uno se topa mirando a su derecha con el impactante skyline del downtown de Manhattan y con un mirador genial a orillas del East River y al lado del Puente de Brooklyn. No sé a vosotros pero no se me ocurre lugar y vistas mejores para bajar la comida :D

¡Estas son las vistas desde la calle!

Os animo a que vayáis y aportéis vuestro granito de arena a esta eterna rivalidad por saber cuál es la mejor pizza: Juliana's o Grimaldi's.


Y hasta aquí la entrada :D espero que haya resultado tan interesante leerla como para mí escribirla, y soy consciente de que a mucha gente le habrá parecido un auténtica coñazo (lo siento jaja) o ni la habrán leído :D para compensar, la próxima será mucho más variada y no, no será de comida jaja no tardaré tanto en subirla, seguramente en unos pocos días.


Un saludo y hasta la próxima :D

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