sábado, 2 de mayo de 2015

¿Hace una hamburguesa neoyorquina?

¡Qué hambre! ¿No? Hoy es uno de esos días en los que me he levantado con hambre... pero no con ''cualquier'' hambre, sino con hambre y lo primero que me ha venido a la mente ha sido una hamburguesa. Pero tampoco ''cualquier'' hamburguesa, no no no... la hamburguesa neoyorquina por excelencia y si sumas esas dos palabras el resultado es Corner Bistro.



Si preguntas: hamburguesas buenas, y Greenwich Village (aunque podría extenderse a todo Nueva York) la respuesta siempre va a ser la misma: Go to Corner Bistro!

Como su propio nombre indica, este lugar se ubica en la esquina resultante del cruce de 4th Street con Jane Street (cuya dirección oficial es el 331 de la calle 4 Oeste), y es una total institución del precioso y genial barrio del Greenwich Village desde hace ya más de 40 años.

¿Y la receta de este éxito cuál es? Pues muy sencilla: ofrecer hamburguesas clásicas a precios muy razonables y tener un ambiente único e inmutable a lo largo de los años (aunque también tiene que ver el estar en uno de los barrios con más movimiento y más juventud de la ciudad).

En otras palabras: ser fiel a uno mismo.

¿Y quién se halla detrás de esta filosofía?

Pues William (Billy) O'Donnell, el dueño de este lugar, primero a medias cuando adquirió el 50 % en 1967, hasta que finalmente se hizo con el 100 % en el 77. El propio Billy explica el éxito del restaurante con estas palabras: ''Seguimos haciendo algo que recuerda al pasado y eso a la gente le gusta''.
En el 78, Mimi Sheraton, crítica gastronómica del New York Times, les hizo una estupenda reseña y se corrió la voz de las deliciosas hamburguesas del Bistro que han sido denominadas las mejores de Nueva York en varias ocasiones.
Lo que empezó como un bistro francés en el 61 se acabó convirtiendo, ya en manos de O'Donnell, en la mítica hamburguesería que es hoy en día y que permanece casi intacta; por ello, si quieres sentirte como un neoyorquino más y comerte una hamburguesa deliciosa y clásica no lo dudes ni un instante y pásate a degustar un clásico del Village: el Corner Bistro.

¿Cómo llegar?

Encontrar su clásico cartel con luces de neón es casi tan sencillo como tener una mesa para cenar en los weekdays (aunque cuidado con ir los fines de semana, suele llenarse de neoyorquinos y puede que haya que esperar un poquito).

Se puede llegar desde muchos puntos, las dos paradas de metro más cercanas son las de la calle 14 de la Séptima Avenida (líneas 1, 2 y 3) y la de la calle 14 de la Octava Avenida (líneas A, C y E) y caminar hasta el cruce de la calle Jane con la 4, en el inicio del Village.


Una vez en el interior lo que uno se encontrará es algo más parecido a un pub que a un restaurante, con un ambiente relajado, con la suma de los sonidos de la música rock en un volumen muy ameno, las conversaciones de los clientes y las televisiones.

No os sorprendáis si no sabéis a quién pedirle la comida, el camarero parece uno más de los asistentes a este mítico lugar, haciendo que desaparezca prácticamente la barrera entre camarero y cliente.



El menú es sencillo y escueto, pero no necesita más. Y tiene unos precios inmejorables ya que no pagarás nunca más de 10$ (sin contar la bebida). Podrás elegir entre la clásica hamburger, la deliciosa cheeseburger o entre las riquísimas bistroburger o chiliburger; pero si te apetece un sándwich (no todo el mundo es perfecto!) también tienen.

Y aunque yo siempre suelo pedirme una Coca-Cola con la hamburguesa, lo clásico del lugar para acompañar la comida es, aparte de las finas patatas fritas que tiene como único acompañamiento, una buena jarra de cerveza.



RECOMENDACIÓN: Personalmente, yo siempre iría a este lugar de noche. Llegar a la esquina de la calle 4 con Jane, y ver el cartel rojo iluminando prácticamente toda la zona es incomparable a verlo de día. Le da un toque místico, como irreal. Por ello, recomiendo ir exclusivamente por las noches. Además de que la clientela nocturna es más autóctona, más del barrio, que la diurna, cuando suele haber más turistas.
Tras cenar y tomarse un par de cañas, lo más recomendable es dar un paseo por el magnífico barrio del Greenwich Village, independientemente de la hora que sea (por cierto, más adelante publicaré una entrada de cosas que se pueden hacer y dónde se pueden hacer de madrugada en Nueva York).

Un saludo a todos y atentos a la siguiente entrada... será un poco más... extraña :D


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